Es una variante propia de la ensalada griega. Una ensalada de verano o de principios del otoño, cuando todavía se pueden comprar tomates con sabor, es decir, tomates naturales, ya sean de agricultura ecológica o comprados en un mercado de Marruecos, aunque allí también hay que tener cuidado porque ya han aparecido los tomates «industriales», que no saben a nada.
Ingredientes: tomates sabrosos, 1 pepino pequeño, 1 pimiento verde, 1 cebolla (mejor si es una cebolla del norte de Marruecos, de ésas que se venden en ristras), 1 diente de ajo, jben, aceitunas negras, orégano, aceite de oliva, zumo de limón, sal y pimienta.
Modo de hacerlo: Lavar los tomates y cortarlos en gajos no demasiado grandes.
Lavar y pelar el pepino, cortarlo por la mitad a lo largo y luego en rodajas.
Lavar el pimiento, quitarle las simientes y cortarlo en rodajas muy finas.
Pelar la cebolla, cortarla por la mitad (otra vez por la mitad si es grande) y luego en rodajas finas.
Quitar el hueso de las aceitunas y cortarlas por la mitad.
Poner todos los ingredientes menos el queso en una fuente honda, previamente frotada con un diente de ajo. Añadir sal, pimienta, orégano (bastante), zumo de limón y aceite de oliva. Mezclar bien. Añadir el queso cortado en trozos y volver a mezclar, esta vez con cuidado.
Conservar en la nevera si no se va a consumir enseguida.