Ingredientes para las albóndigas: carne de pollo picada (pechuga o muslos al gusto), copos de avena, leche, huevo, sal, pimienta, cúrcuma. Harina de garbanzo.
Ingredientes para la salsa: almendras crudas, nata (mejor líquida, si es nata para montar habrá que añadir más leche), leche, salsa de soja, aceite de girasol.
Modo de hacerlo: Se remojan en leche los copos de avena para que se hidraten. En una ensaladera, se mezcla la carne con todos los demás ingredientes de las albóndigas. Se hacen unas albóndigas de tamaño mediano. Se enharinan y se fríen.
Se pelan las almendras (o se compran peladas, pero son mucho más caras) y se pican en trocitos pequeños, pero sin convertirlas en polvo. Se pone una cucharada de aceite en una sartén (en la que luego quepan todas las albóndigas), se tuestan las almendras a fuego suave, con cuidado de que no se quemen (si es necesario se aparta la sartén del fuego de vez en cuando, para conseguir que se tuesten sin quemarse).
A continuación se añade la nata y la salsa de soja. Hay que tener cuidado porque la soja está salada, hay que conseguir la combinación adecuada para que esté sabroso sin pasarse de sal. Si está demasiado espeso se añade un poco de leche.
Se introducen las albóndigas dentro de esta salsa y se deja cocer durante unos 5 ó 10 mn, dándole la vuelta a las albóndigas a mitad de cocción para que se empapen bien.